AHORA A VUESTRA MERCED ME DIRIJO.
Nobles damas y caballeros,
perdonen esta licencia Vuestras Mercedes,
pues con suma diligencia unos versos contar quieren,
sobre aquel noble espíritu
valiente y resistente
que en buena hora nació
en la bella Alcalá, la del Henares.
Aquel que blandió su pluma y espada
por estos alfoces, lares y villas,
por ventas, haciendas y alcores,
por las lejanas tierras, allende los mares.
Aquel que presto nos legó
sus bellos versos, sus ejemplares novelas,
y la humana andanza de Don Quijote
y Sancho Panza.
Alonso, cabalgando sobre Rocinante
y Sancho, sobre Resistente.
Vuestras Mercedes,
se jactan orgullosamente,
de a Don Miguel de Cervantes, saborearlo
y leerlo, mas si así fuere,
que vuestras almas lo disfruten y si no,
la Literatura grandemente os lo penalice.
Ahora a Vuestra Merced me dirijo,
si a Don Quijote
y a Sancho no ha leído,
gran falta
y condena su alma tiene, ¡oh infelice!,
si no lo hace antes
de que su vida finalice.
A salvo estoy, que conste,
que yo, sí lo hice.