LEO TUS NOCTURNOS VERSOS.
Blanca oliva
de todas mis noches.
Sol de plata,
sultana moruna,
estrella maquillada
por la arena de las dunas.
Esplendorosa laguna de diamantes
en el celeste infinito.
Reina enamorada del mundo,
dueña de todas las almas.
¡Oh blanca pluma poeta
de vuelo comedido y elegante!,
leo tus nocturnos versos,
intensos y apasionados como el mar;
misteriosos como la sima azul;
divinos como la montaña que despierta;
ciertos como el bosque pensativo;
mágicos como el perfume de la oscuridad;
enamorados como las miradas de dos rojas rosas.
Tus versos leo,
alborada nocturna,
alborozo de mi interior,
mariposa ondulante.
Son tus versos, los que mi libro encarnado
declamó entre las aguas de los vientos del Sur.
¡Oh diva de plata!,
dorada por el día;
y en la noche, de novia,
con velo de encaje caminas conmigo
hacia el dulce remanso celeste.
LEO TUS NOCTURNOS VERSOS(c) Antonio Portillo Casado